miércoles, 30 de noviembre de 2011

CUÁNTAS VECES SIENDO NIÑO TE REZE

Cuantas veces siendo niño te reze, con mis besos te decía que te amaba; poco a poco, con el timepo, olvidandome de tí, por caminos que se alejan me perdí.
Por caminos que se alejan me perdí. Hoy te he vuelto, madre, a recordar cuántas cosas dije ante tu altar..., y al rezarte, puedo comprender que una madre no se cansa de esperar, que una madre no se cansa de esperar.

Al regreso me encendias una luz; sonriendo desde lejos me esperabas; en la mesa la comida aún caliente y el mantel y tu abrazo en mi alegría de volver... y tu anrazo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario